¿COMO SERIAMOS SI NUESTRAS ACCIONES NOS DEFORMARAN SOLO FÍSICAMENTE?
¿Que tan feo eres por dentro?
El ser humano, una de las especies más jóvenes de la vida en el planeta, somos una raza que ha tenido grandes cambios evolutivos en muy poco tiempo, seres frágiles que se adaptaron a un mundo lleno de peligros climáticos y amenazas por parte de otras formas de vida.
Los humanos somos entes sociales, capaces de concebir, transmitir y aprender conceptos totalmente abstractos. Algunos humanos han sido capaces de visitar la Luna, y aún no se tiene evidencia de que exista otra forma de vida con dichas capacidades –o superiores– en el universo.
Físicamente somos muy frágiles, necesitamos de muchos años para desarrollarnos en todos los aspectos, y para colmo, no somos ni los más fuertes, los más rápidos o por lo menos los más grandes, en comparación con otras especies, pero, ¿qué es lo que nos hace ser tan adaptables, sociables y “civilizados”?. Todo gracias al órgano más desarrollado y sorprendente que tenemos; el cerebro, sin el no tendríamos posibilidades de adaptarnos a este mundo, no tendríamos posibilidades de sobrevivir, es un arma sumamente poderosa y casi perfecta que contiene dos filos, la complejidad del mismo, es lo que a la vez nos hace sumamente imperfectos como seres vivos, podemos ser destructivos, crueles, despiadados, incontrolables, arrogantes, ambiciosos, egoístas, manipuladores, autodestructivos, etc. Somos la única raza que necesita de reglas y leyes para poder vivir, un caos total, ¿Cuál es la raza más nociva del planeta Tierra? El ser humano, responden el resto de los habitantes (animales, plantas, etc.), al escuchar la pregunta nosotros decimos “presente”.
Pongámonos a pensar un poco, si todas estas acciones nos perjudicaran sólo físicamente, en la forma más escalofriante y grotesca que nos podamos imaginar, el más mínimo error cometido, se viera reflejado en tu cuerpo después de un rato, ¿CÓMO SERÍAMOS SI NUESTRAS ACCIONES NOS DEFORMARAN SOLO FÍSICAMENTE? Sería sumamente espantoso, ya me lo imagino; mounstros sin forma definida, pedazos de carne rondando por las calles, realizando sus actividades cotidianas, mientras nos desfiguramos cada vez más y más, sin poder detenernos. Divagaríamos sin reconocernos unos a otros, poco apoco dejaríamos de realizar nuestras actividades por la falta y exageración de extremidades, en nuestro ya deformado cuerpo. Ésto realmente no ocurre en la vida y existencia real del hombre, pero pongámonos a pensar: ¿y si así fuera? El reflejo de lo que algunos llaman alma se viera en lo físico, de forma espantosa y exageradamente desagradable, ¿se lo imaginan?